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Transformando Vidas y Corazones


Hasta ahora, he compartido con todos Ustedes un poco de cómo fue que Athena llego a mi vida. Con mis otras publicaciones, quizás estén pensando que llegar hasta el punto de adoptar a Athena fue algo sencillo. Le cuento que la realidad ha sido otra y llegar hasta el día de hoy tomo tiempo y esfuerzo.


Les cuento que, desde mi niñez, he vivido en apartamentos. Recuerdo claramente que, desde ese tiempo, había pedido varias veces que me dejaran llevar un@ compañerit@ peludit@ a casa. Desafortunadamente para mí, el vivir en un espacio reducido como lo son los apartamentos le dificultaba a mi familia aceptar mi petición. A eso le agregamos también a que mi mamá nunca ha sido una que se ha apegado a un perro o un gato. Aclaro aquí que, a ella le gustan los animales, pero, simplemente había preferido no tener uno en casa.


Creo que de niña las escusas que mi familia usaba para no acceder a mi petición de una mascota eran muy típicas... especialmente viniendo de una familia Latina. Me decían por ejemplo "No estás lista aun para tan gran responsabilidad" o "nuestro apartamento es muy pequeño para una mascota. Aca se van a estresar con tan poco espacio" o "recuerda que tener mascotas es muy caro".


Hasta el momento en que oficialmente decidí adoptar a mi pequeña, estas palabras no se salían de mi mente. En ese dia difícil donde decidí llevar a mi peludita a casa, que era ahora o nunca, supe que casi toda mi familia se enamoraría de mi pequeña. Con otros, no estaba tan segura. Sabian que la iban a querer, cuidar, y apreciar simplemente porque era mía, pero, no estaba segura de que tan fuerte iba a ser el vínculo que iban a crear con ella. Ahor puedo ver lo completamente equivocada que estaba.


Aquí puedo compartir con Ustedes la belleza y la magia que traen estos compañerit@s peludit@s a las personas y sus hogares que los adoptan. El dia en que mi familia conoció a Athena me di cuenta como ese amor puede conquistar hasta los corazones más escépticos y cautelosos. Como les contaba, mi mamá era una que se oponía a la idea de mascotas y, para ser completamente honesta, yo estaba muy alerta del momento en donde ella conociera a mi cachorra.


Yo quería ver lo que esta pequeña criaturita haría en ella y si podría usar su ternura para ganarse completamente el corazón de mi mamá. Lo que nunca imagine es que, de todos los vínculos que mi pequeña se encargaría de formar, el de mi mamá y ella seria uno de los más fuertes, tiernos, y bellos. ¡¿¡¿Quién se iba a imaginar eso verdad?!?!


El dia en que lleva a Thena a casa, ahí mismo que mi mamá entró por la puerta, supe de que todo estaría bien. Ahí mismo que entró a la casa y vio a Athena se enamoró de ella. Ella vio a esa carita bella, adorable, dulce, e inocente corriendo hacia ella y vi como su expresión cambió instantáneamente. Me sorprendió que, Mi mamá, la mujer que siempre conocí como alguien que no quería acercarse mucho a los animales ¡terminó en el piso jugando y acariciándola por 45 minutos! De su boca solamente salían palabras de amor y cariño para mi pequeña. Palabras como "Hay que cosa tan bonita", "Hay que perrita tan hermosa", y "Hola bebé" Sentí como mi corazón se llenó de alegría sabiendo que esta pequeña no solamente nos iba traer alegría a mi esposo y a mí, sino que también le iba a dar alegría a todas las personas con que ella se iba a cruzar en toda su corta vida. ¡Una vez que había conquistado el corazón de mi mamá, supe que el resto sería más que sencillo!


Lo lindo de toda esta jornada con Thena ha sido el poder ver como ella va creando vínculos con el resto de su familia. Veo como cada día, sin ayuda externa alguna, ella va fortaleciendo y haciendo crecer el amor que todos le tenemos. También ha sido bello ver como mi mamá busca siempre lo mejor para ella. Siempre está pendiente de que, por su parte, Thena esté: cuidada, amada, mimada, que haya caminado, y que hayan jugado con ella. Aunque ella sabe que yo estoy pendiente de todo eso, el amor que esta cachorrita le ha infundido en su interior ha hecho de que ella quiera ser la mejor abuelita perruna posible.


Siempre había escuchado de personas a mi alrededor que las personas que son más escépticas o que quizás son más cautelosas en cuanto a un animal se trata, especialmente un canino, son los que más se apegan a ellos cuando uno llega a la casa. Siempre lo había escuchado, pero, tengo que admitir que, en esto yo era la gran escéptica.


Ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida el poder ver como esa criatura amorosa e incondicional sabe meterse desapercibidamente en los corazones de las personas. Con esta magia canina, las personas comienzan a entender a lo que se refiere la gente cuando dicen que el amor de un canino es "verdadero e incondicional". Tambien van entendiendo poco a poco porque tantas personas aman con tantas ganas a sus compañerit@s peludit@s. Aprenden a entender porque esas mismas personas se preocupan tanto por el bienestar de los mismos. Es porque el amor de un@ canin@ es tan fuerte y puro que es capaz de iluminar cada momento difícil y oscuro por el que pasamos. Saben tomar los momentos en donde sentimos que no podemos más y convertirlos en momentos manejables. Con su amor y cariño nos recuerdan cada día que podemos sobrepasar todos los obstáculos de la vida y, en medio de esos momentos, siguen ahí: voleando sus colitas, dándonos sus patitas, trayéndonos sus juguetes, y haciendo has lo imaginable para distraernos y sanarnos.


Yo sabía que el traer Athena a la casa me ayudaría con mi salud emocional y mental... sin duda alguna lo sabía. Entendía que quizás no me iba a curar por completo, pero, sabía que su amor me daría una razon extra para sobrellevar el día a día. Lo que nunca me imaginé es que ella irradiaría ese amor y felicidad a todas las personas que la conocerían. Se que ella no estará conmigo toda la vida, pero, estaré eternamente agradecida con ella por siempre estar ahí y darnos a todos a su alrededor ese amor incondicional. Siempre le agradeceré por alegrarnos el día cuando más los necesitamos. Siempre le agradeceré el que ella le haya mostrado a mi familia, especialmente a mi mamá, lo que una compañerita peludita y su amor pueden hacer y cómo nos pueden transformar nuestra vida y nuestro corazón.


 
 
 

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