El Poder Sanador de Nuestros Peludit@s Durante el Proceso de Duelo

¡Hola de nuevo a tod@s Ustedes a Simplyathena.blog! Quiero comenzar este post disculpándome por el tiempo que llevo si estar activa aquí en esta página. Cómo se podrán imaginar por el título de este post que compartiré con tod@s el día de hoy, estos últimos meses han sido MUY dificiles para Athena y para mi

Para que el resto de lo que voy a compartir aquí tenga sentido, tendré que darles un poco más de información de lo que me refiero y lo haré compartiendo detalles detalladas de la situación que hemos estado enfrentando. Hemos estado ausentes mi peludita y yo por que mi esposo falleció recientemente déspues de luchard contra el cáncer. El pasó tres meses internado en el hospital luchando valientemente contra su enfermedad y, obviamente, por su vida. Todos teníamos la esperanza que, debido a su edad y su historial médico limpio y sin cormobidades, el podría regresar de nuevo a casa. Desafortunadamente, Dios tenía otro plan para el y tuvo que irse a cuidarnos a Athena y a mi como un bello angel guardián en el cielo ☹️ 😢 *Snif* Te extrañamos Guapetón *Snif* ☹️.

Comparto esta información con dos propósitos: 1. para reiterar de nuevo que Athena y yo no nos hemos olvidado de Ustedes, nuestros lectores (y para aclarar la razón de nuestra ausencia extendida) y 2. para poder entrar al tema que tenemos preparados para Ustedes el día de hoy. Precisamente hoy vamos a hablar de cómo nuestr@s peludit@s pueden ser una parte íntegra de nuestra sanación cuando pasamos por un evento traumático en nuestras vidas como lo es la pérdida de un ser querido.

Puedo asegurarles que la partida repentina e inesperada de mi esposo nos agarró a TODOS de sorpresa... especialmente a mi. Como cualquier otra pareja joven y recien casada, teníamos sueños y planes que estábamos listos para cumplir juntos. Ya habíamos escogido nuestro primer apartamento, teníamos planes de acomodar bien nuestras finanzas para conseguir nuestra primera casa, y por supuesto que desde el principio teníamos pensado envejecer juntos. Nunca se nos pasó por la mente que su hora de partir le llegaría empezando los 30. Fue un shock aun más grande saber que un hombre joven y saludable como mi esposo, alguien que JAMÁS había conocido la parte interna de un hospital, terminaría falleciendo de una efermedad tan grave como lo es el cáncer. Todo esto nos tomará a todos muchos años para comprender. Nuestros corazones tomarán mucho tiempo en sanar todo lo que pasamos con el y todo lo que nos tocó presenciar durante su lucha.

No les puedo explicar como alguien como yo, alguien que sufre de pánico y ansiedad SEVERA, se benefició de la presencia de su peludita durante este tiempo. De verdad que ella ha sido un parte integra e irremplazable de que yo haya estado bien durante este tiempo. Mi fe y mi pequeña me han ayudado a mantenerme positiva, fuerte, distraida y motivada durante todo el proceso: desde que diagnosticáron hasta que partió al cielo. Puedo recordar claramente todas esas horas en el hospital. Fue extremadamente difícil estar ahí y escuchar como le decían que tendría que luchar por su vida y fue peor el ver el proceso ya que era chuzón tras chuzón y dolores constante durante todo su proceso de quimioterapia (todo esto para darle una oportunidad de ganarle a este adversario gigante). El ver como perdía su cabello, como iba perdiendo su fuerza física, como perdía su habilidad para caminar debido a los coágulos sanguíneos en sus piernas, verlo con los dolores de su tratamiento, verlo ser intubado, y después tener que tomar la decisión desgarradora de extubarlo se volvió muy pesado emocionalmente. Como se pueden imaginar, no pasó ni un minuto en donde mi mente estuviera tranquila. Mi cuerpo físicamente estaba en el trabajo o en casa pero mi mente SIEMPRE estaba en el hospital. Siempre estaba con esa incógnita de si mi esposo iba a sobrevivir esto o no... esa pregunta me perseguía incesantemente como un demonio cruel que, por mucho que yo quería, no me dejaba de espantar ni mucho menos me dejaba en paz. Todo el proceso se volvió un ejemplo viviente de un purgatorio emocional. El miedo y la incomódidad que experimentaba, emocionalmente hablando, ha sido algo que no se puede describir en palabras aquí en este post. Era en esos momentos donde yo dependía grandemente de la presencia de Athena y esperaba que, de alguna manera u otra, su amor incondicional pudiese alivianar un poco el dolor para yo poder soportar cada minuto que pasaba.

Desde el momento en que diagnosticaron a mi esposo hasta el momento que partió, Athena ha sido la que me ha mantenido en el presente y enfocada. Como he dicho en otros posts anterioresm ella me da un propósito extra para levantarme todos los días. Ahora también me da un motivo adicional para llegar a casa. Últimamente se me ha hecho más difícil llegar a casa después del trabajo ya que se que mi esposo no me estará esperando, sin embargo, el saber que el me dejo a nuestra peludita y que ella aun me espera voleando su colita ha sido de gran ayuda para hacer mi proceso de llegar a casa más soportable. Cúando estoy en casa y empiezo a sentir esa tristeza profunda o empiezo a pensar demasiado en mi pérdida, su actitud juguetona nunca falla en hacerme sentir mejor. Ella usa su narizita para mover mi brazo y para que me enfoque en ella ( y para que le de cariñitos), me hace que la persiga y juegue con ella, o simplemente se hace a mi lado en la cama mientras veo televisión. Con todos estos actos sencillos ella me recuerda que, no importa que tan difícil sea el momento o el dolor que esté sintiendo, mi esposo ahora está en un mejor lugar. Más importante aun, su actos me recuerdan que, aun atreveesando todo esto, ella sigue conmigo, me necesita, y depende de mi. Ella me recuerda que no me puedo dar por vencida... no solo por mi sino por ella también. También se que una de las peticiones más grande de mi esposo sería de que yo cuide bien de nuestra pequeña "Thena mama", como el le decía.

Mi gente, este ha sido un post muy duro de escribir, sin embargo, se tenía que hacer. Esta es la realidad de la vida... de la vida de Athena y de la mía. Esta también es una de las muchas jornadas que hemos tenido que pasar juntas desde el día que la traje a casa de dos meses hasta ahora que tiene un poco más del año. Hemos aprendido juntas, crecido juntas, y hemos pasado lo bueno, lo malo, y lo feo juntas. Por muy dura que se ponga la vida hay veces... Thena, su presencia, y su amor incondicional siempre encuentran la manera de darme el ánimo que necesito para seguir adelante... aun cuando siento que no puedo más o que no quiero seguir. Ha sido de gran Bendición tener a mi pequeña como para de la familia y aprecio el hecho de que ella esté presente a diario para mi... especialmente en este momento donde me encuentro más quebrantada y perdida que nunca...

❤️ En Memoria de mi Adorado Esposo - Pablo Xochitiotzi ❤️

~Chiquitita y Thena Mama