El Entrenamiento con Jaula es crucial para tu Canin@...
- isabellepoetess
- 30 nov 2023
- 6 Min. de lectura

¡He regresado mis amigos! Disculpen la semana de descanso. Para Ustedes mis lectores que han batallado con su salud mental podrán entender cuando llegan esos momentos en donde tienes que poner en pausa tus asuntos personales y tomar unos días para ti. Bueno, esa he sido yo esta semana pasada ya que me llego un GRAN cambio, pero bueno... ya he hablado suficiente de mi misma. Este es el blog de Athena... no mio. Solo quería comenzar este tiempo juntos asegurándoles que no nos hemos olvidado de Ustedes, este blog, o mucho menos de nuestras conversaciones valiosas aquí en Simplyathena.
Mientras pensaba en temas para Ustedes, me pregunté muchas veces que podríamos conversar aquí que les pudiera ser valioso para padres/madres de peludit@s primeriz@s y/o para los amantes a los peludit@s que quieran leer este blog y ver esta jornada de la perspectiva de una mamá canina primeriza. Un tema muy importante que se me vino a la cabeza y que no hemos conversado aun fue la importancia del entrenamiento con jaula.
¡A sí! El entrenamiento con jaula. ¡Es una parte importante de las primeras semanas de nuestr@ cachorr@ pero, a la vez, es un proceso que puede llevar a la persona más fuerte a sentirse culpable y hasta el punto de las lágrimas! Esta es una experiencia en la cual puedo decir que estoy muy agradecida de haberla podido compartir con mi esposo. Dudo que hubiese sido tan exitosa con este entrenamiento en particular con Athena si lo hubiese tratado de llevar acabo sola o sin su guía y fuerza. Cuando digo que es díficil no miento... ¡Es DÍFICIL!
Les cuento que, antes de traer a Thena a casa, el tema principal sobre el que conversabamos mi esposo y yo era en dónde iba a dormir la pequeña. Como les mencioné anteriormente, nosotros vivimos en un apartamento que no tiene muchas opciones en dónde colocar una camita para una cachorra y que a la vez este cerca de nosotros. Para complicar aun más las cosas, mi esposo es alérgico a los caninos... sí, exactamente... mi esposo, un padre de MUCHOS caninos es alérgico a estos compañeritos peluditos (les elaboraré más sobre esto en otro post). Esto fue otro factor que limitaba nuestras opciones para su camita ya que el estaba un poco nervioso en dejarla dormir en nuestro cuarto. Al fin decidí que, al llegar a casa, ella dormiría en una jaula espaciosa afuera de nuestro cuarto. Esto permitiría que ella estuviese cerca de nosotros para que mi esposo y yo la pudieramos escuchar si ella llegara a necesitar algo, pero a la misma vez estaría lo suficientemente lejos para no perjudicar mucho las alergias de mi esposo. Lo que nunca me imaginé sería que esas semanas que ella necesitaría para acostumbrarse a su jaula solita serían una de las semanas más dificiles para ambas. Definitivamente fue un proceso incómodo y hasta que no vi los resultados no fue NADA divertido.
El entrenar a Thena con su jaula significaba que su hora de dormir era entre 9:00 y 10:00 de la noche todos los días. Me aseguraba de que hubiese comido bien, que hubiese ido al baño varias veces (especialmente cerca de su hora de dormir y que ella tuviese pañitos absorbentes en caso de que tuviese que usar el baño durante la noche) y que su colchón y jaula estuviesen lo más calientito posible. También me levantaba todos los días a las 5:30 de la mañana a sacarla al baño antes de irme a trabajar. Ahora, cada vez que la metía a su jaula comenzaba la batalla emocional. Como todos sabemos, los caninos son animales/criaturas de manada. Thena ya había sido separada de su camada (su hermanita particularmente), se estaba acostumbrando a un nuevo hogar y a una nueva familia, y también estaba aprendiendo que todo lo nuevo en su entorno era seguro... pero este proceso de aprendizaje fue MUY difícil. Mi pequeñita no le gustaba esos momentos en su jaula y yo podía escuchar sus quejiditos de cachorra mientras se quedaba dormida. Yo no era capaz de dormirme hasta que no me aseguraba de que ella estaba calmada y que ya se había dormido. Tenía que preguntarle constantemente a mi esposo durante las noches si yo estaba haciendo lo correcto. Le preguntaba si ella se acostumbraría a su jaula o si ella iba a llegar a sentirse conmigo o si llegaría a odiarme. Ya mi esposo me había advertido antes de que ella llegara a casa de que este proceso no sería algo sencillo ni fácil pero que, si yo era fuerte y lo hacía bien, sería muy beneficioso para Athena. Me recordó que tenía que ser fuerte y persistente por ella. Durante el proceso, el también se quedaba despierto conmigo hasta que Athena se quedaba dormida y me recordaba que ambos estaríamos ahí al pendiente si ella necesitaba algo. También me enseñó que esos quejiditos no durarían mucho y que, eventualmente, ella aprendería de que ella estaba segura en su jaula y con nosotros.
¡Afortunadamente mi esposo tenía toda la razón! Fuí notando de que cada noche que pasaba ella lloraba menos y, hasta para mi grata sorpresa, hasta hubo un día donde Athena estaba tan cansada de jugar que ella misma se metió a su jaula y se quedó profunda. ¡Me sentí tan orgullosa de ella y de mi misma que ninguna de las dos nos habíamos dado por vencidas! Mi esposo también fue viendo lo mucho que me estaba apegando a Athena y lo mucho que la amaba, así que, cambió de parecer y decidió dejarla dormir más cerca de nosotros. El ya me había dicho que no quería que el entrenamiento de la jaula durara más de 2 a 3 meses. Cuando llegó el día de quitarle su jaula y ya le habíamos comprado su propia camita grande y espaciosa, le pregunté si podíamos ponerla en nuestro cuarto. De nuevo, otra grata sorpresa, me dijo que sí, ¡que estaba bien! La cama es la que vez en la foto y donde ella duerme tranquilita como la princesa peludita que es. Ya tiene dos cobijas personalizadas con su nombre para mantenerla cantientita mientras descansa. Me llenó de orgullo el ver como se acostumbró tan rápidamente a su nueva cama. Como ya se le había entrenado con su jaula ya se había acostumbrado a dormir en un solo lugar toda la noche. También me imagino que el saber que papá y mamá estaban ahí cerca a ella le ayudó mucho y ¡obviamente para mamá no fue problema alguno el tener a su pequeñita más cerca a ella durante la noche! ;)
Me siento feliz que puedo compartir con Ustedes de que cada minuto de su entrenamiento y enfoque en mantenerla calmada y tranquila durante la noche valió la pena. Casi dejo que mi corazón se metiera en el proceso, pero, con la ayuda de mi esposo comprendí que tenía que hacer esto bien para su beneficio y para un mejor futuro para ell. Ahora, con el uso de la jaula ya en el pasado, podemos llevarla con nosotros a todos lados y no importa done pongamos su camita, ella puede descansar ahi tranquilamente toda la noche.
Para todos mis padres/madres de peludit@s, quiero que sepan que este proceso vale la pena. Para todas mis chicas que me están leyendo, me dirijo a Ustedes por que entiendo lo fácil que es para nosotras dejarnos llevar por nuestro corazón durante estos procesos beneficiosos para nuestr@s pequeñ@s (sin importar la especie que sean)... manténganse firmes y completen el proceso. Si hay algo que he aprendido de mi esposo durante todo este tiempo es que, al principio, ell@s van a llorar o a quejarse un poco pero no están en peligro.
Ell@s irán aprendiendo poco a poco que solo van a estar ahí por unas horas y que en la mañana estarán de nuevo con nosotros jugando y teniéndonos a su lado acariciándolos. ¡También recuerden que la jaula no es para siempre! La jaula es solo un herramienta para entrenarlos a estar en un lugar toda la noche y para enseñarles el lugar que se les ha asignado para dormir.
No voy a mentir y decir que el escucharla llorar por esos momentos fue divertido o mucho menos placentero, por supuesto que no, pero, como les mencioné, mi esposo me enseño las consecuencias de no completar bien este entrenamiento. El haberme echado para atrás durante la primer noche y haber atendido a sus quejidos hubiese sido algo contraproductivo para el proceso. Lo que sí puedo decir ahora que miro esta experiencia de manera retrospectiva es que esas primeras semanas del proceso fueron absolutamente necesarios y que valió la pena el trabajo que ambos mi esposo y yo hicimos con ella. ¡Estoy sumamente orgullosa de Thena por haber aprendido tan rápidamente! Ahora, también entiendo cuando los padres dicen que hay veces tienen que hacer cosas que no quieren por que es beneficioso para nosotr@s l@s hij@s. Este fue mi primer momento viviendo una experiencia así personalmente con mi peludita. Estoy contenta que ya se acabó el proceso y que obtuvimos los resultados deseados. ¿Me gustaría hacerlo de nuevo? Por supuesto que no, pero, si en algún momento consiguiera otr@ canin@ y TUVIERA que repetir el proceso, me acordaría de lo que viví con Athena y haría lo mejor para perseverar de nuevo.
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