¡Todos en Camino hacía las Vacunas!
- isabellepoetess
- 20 jul 2023
- 5 Min. de lectura

**Descargo de responsabilidad: de ninguna manera pretendo ser una experta en medicina o mucho menos en vacunas. Les pido que recuerden que esta publicación está escrita solo con fines narrativos y para compartir con Ustedes mi experiencia como madre canina primeriza. Si necesitan orientación adecuada sobre cómo mantener seguro a su peludit@ y qué proceso seguir con sus vacunas, asegúrese de hacerlo bajo el cuidado y la guía de un veterinario profesional. **
Les cuento que muy poco después de haber adoptado a Athena, pude sentir como mis instintos maternos se activaron. Como mencioné en mi publicación anterior, había prometido que haría cualquier cosa para mantener a mi bebé peludita sana y salva. Estaba, y aun estoy, completamente comprometida y dispuesta a cumplir con esa promesa. A tan solo días de haberla traído a casa, supe que mantenerla a salvo significaría cuidar de todos los aspectos de su vida. Esto significaba que tenía que asegurarme de que no solo fuera cuidada físicamente, sino también que fuera atendida y cuidada médicamente.
Como dato curioso: he sido una entusiasta de los programas de mascotas por AÑOS. Aun mucho antes de haber traído a Athena a casa y sin saber que algún dia ella llegaría a mi vida. Mis canales favoritos han sido TLC y Animal Planet. He visto básicamente todos los episodios de programas como: Dr. Jeff, Veterinario, Dra. Lee Alaska, ABC Canino - 101 Dogs, y The Vet Life... ¡Creo que ya entienden la idea, Ja! Le doy gracias a Dios por este extraño pasa tiempo porque, aun siendo solamente una entusiasta de estos programas, he aprendido mucho sobre el cuidado de las mascotas. También he aprendido mucho sobre la prevención de enfermedades y esto me ayudó considerablemente a guiar mis primeros pasos en cuanto al cuidado médico de Athena se trata.
Ahora que lo pienso, veo que la poca información que he obtenido de estos programas han sido tanto una bendición como una maldición... me explico. Puede que no sepa todas las enfermedades a las que nuestros pequeños compañeros peludos están expuestos; sin embargo, gracias a estos programas, logré memorizar una enfermedad en particular. Una enfermedad que, como mamá canina, simplemente me aterrorizaba... el temido Parvovirus. Una vez que cargué esa cachorrita en mis brazos y vi cómo se había apegado a mí, mis instintos y mi mente protectora me llevaron de nuevo a lo que había visto en varios capítulos de estos programas. En mi mente, veía de nuevo como los cachorros eran llevados a sus veterinarios: letárgicos, con vómito, con diarrea y en un estado EXTREMADAMENTE frágil debido al Parvo. Los veterinarios salían donde los amos a informarles que su bebé tendría que ser puesto en cuarentena y monitoreado cuidadosamente durante los próximos días. Lo que más me asustó de todo esto fue recordar cómo los médicos explicaban, fuera de cámara, que esta enfermedad se podría haber evitado si el cachorro hubiese sido vacunado contra el Parvo a más temprana edad. También, cómo explicaban que no hay cura para el Parvo y que ellos solo pueden manejar los síntomas. Esto deja el trabajo difícil en manos del frágil sistema inmunológico del cachorro a combatir el virus lo mejor posible. Muchos veterinarios les dan a sus pequeños pacientes un pronóstico terrible con un porcentaje de tan solo 50% de supervivencia contra el Parvo.
Aunque esta información me infundió mucha ansiedad y mucho miedo, también fue este la misma que me motivó a buscar la prevención para Athena. Entiendo que ninguna enfermedad se puede prevenir al 100%, pero también sabía que, si tomaba esta advertencia en serio y seguía mi nuevo instinto materno, estaría haciendo lo mejor para mi bebé peluda. Igualmente, le estaría dando una mejor oportunidad de tener una vida larga y saludable. En ese momento también pense en el hecho de que, si sabía tanto sobre Parvo, una enfermedad tan peligrosa para los cachorros, ¿cuántas enfermedades había por ahi al cual ella podría estar expuesta? ¿Cuántas enfermedades estarían esperando para quizás poner en peligro su vida si yo no tomaba las medidas preventivas adecuadas? ¡Nuevamente agradezco a Dios por la experiencia de mi esposo como padre canino ya que fue a traves de él y su familia que pude encontrar la clínica a la cual pertenece Athena hoy en día!
Comprendí que se había convertido en mi responsabilidad, la que por cierto acepté con todo gusto, el asegurarme de que se hicieran todas las citas para las vacunas de mi pequeña. Los viajes a su veterinario fueron sencillos gracias al maravilloso personal de su clínica. Hicieron que el proceso fuera simple para esta mamá primeriza, ansiosa e ingenua. Me aseguré de hacer cada una de las preguntas que se me venían a la mente en el momento, incluso si eso significaba tomar de 10 a 20 minutos con el técnico veterinario antes de entregársela en brazos. Quería asegurarme de que entendía por lo menos un poco de lo que estaban haciendo por ella y como se iba a llevar a cabo cada procedimiento. También, quería asegurarme de tener una idea del cuidado adecuado que debía tener al llevarla de nuevo a casa incluso si las posibilidades de los efectos secundarios eran mínimas.
Puedo sentarme aquí y escribir con alegria esto para Ustedes... hoy en dia, Athena se encuentra completamente vacunada, tiene su chip, y está esterilizada (la decisión de esterilizara será el tema de otra publicación por sí sola, así que... ¡por favor estén atentos a la misma!) Me da mucha alegría saber que, incluso en medio de uno de mis momentos oscuros, ella me ha enseñado como olvidarme de mí misma... así sea por un rato. Con esta experiencia no solo he aprendido más sobre el proceso de vacunación sino cuanto nos reorganizan nuestras prioridades nuestros bebés puelidit@s. A lo largo de todo este proceso, mi enfoque estuvo completamente en mi cachorra. Lo único que quería era asegurarme de que ella llegara a tiempo a sus citas, de que sus vacunas se le aplicaran a tiempo, y que le registraran sus vacunas adecuadamente. Lo primordial para mí también era de que yo estuviera informada en todo momento en lo que ella necesitaba y lo que a ella le estaban haciendo. ¡En esos momentos yo no existía! Era maravilloso y especial ver como ella iba ayudando a sanar mi salud mental mientras yo me aseguraba de cuidar de su salud física.
A todos Ustedes que me leen y están quizás por empezar este proceso de vacunación... les pido que se relajen y respiren :). Como nueva mamá canina, puedo decirles que hay más personas de las que piensan a su alrededor que están dispuestas a ayudarles y guiarles en el cuidado de tu peludit@. Si están en esta jornada ahora y quizás saben por dónde empezar, les sugiero que se comuniquen con otros padres caninos a su alrededor que ya hayan pasado por este proceso y puedan guiarlo a un buen veterinario. Les prometo que una vez sus peludit@s estén bajo el cuidado y Ustedes bajo la guía de un profesional adecuado, todo lo demás se dará sin problema alguno. Fuera de eso, les sugiero que como padres caninos ¡hagan su tarea! Busquen información, vean programas dedicados a bebés peluditos y estén dispuestos a aprender. Cuando lleguen a las citas, ¡Hagan todas sus preguntas y hasta más si es necesario! Les aseguro que ese no es el momento ni el lugar para permanecer callados. Si tienen alguna duda de algo, por muy mínimo que sea, ¡pregunten! Ninguna pregunta es demasiado tonta cuando la vida de tu bebé peludit@ depende de ella.
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