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Interpretando el Comportamiento Canino


Reitero que me parece chistoso que a nosotros los padres de peludit@s no nos ven como padres. Se que quizás no llevamos a nuestros peludit@s en el vientre ni somos de la misma especie que ellos, sin embargo, nosotros los padres de peludit@s pasamos por experiencias similares a cualquier otro padre. Una de esas experiencias es el aprender a interpretar los comportamientos de nuestr@s pequeñ@s.


Como padre con experiencia de caninos, ha sido mas fácil para mi esposo el interpretar el lenguaje de Athena, sin embargo, para mi ha sido una experiencia completamente diferente e interesante.

Con la ayuda de mi esposo, de Google, de entrenadores profesionales en YouTube, y las redes sociales he ido aprendiendo poco a poco a interpretar las cosas que Athena hace todos los días.


Con sus comportamientos, Athena me ha ido enseñando poco a poco el verdadero significado de la palabra "paciencia". Nota al margen aquí: la paciencia nunca ha sido mi fuerte, por decirlo de alguna manera. Por ejemplo, el comportamiento al que me he tenido que acostumbrar casi desde que la traje conmigo a casa ha sido el de morder... esto, teniendo en cuenta por supuesto, que el morder es un comportamiento completamente para los cachorros. A medida que ha ido creciendo, he tenido que aprender a no ofuscarme con ella, sino, de aprender e interpretar exactamente lo que ella me esta tratando de comunicar en ese momento. No solo he tenido que aprender a analizarla de momento, sino que, también he tenido que aprender a interpretar como ha ido cambiando ese mismo comportamiento durante su desarrollo en estos seis meses. He tenido que aprender, por ejemplo, que el morder a las ocho semanas de vida era por que le estaban saliendo sus dientes. En ese momento, yo tuve que estar pendiente de que ella tuviera todo lo necesario para pasar este momento incómodo de la manera mas cómoda posible. Ahora, a los ocho meses, he aprendido que ese mismo comportamiento de morder no son por sus dientes sino porque me esta llamando la atención. Es la manera que ella me deja saber que me ha traído un juguete o que me he ido por mucho tiempo y ahora quiere que me enfoque en pasar tiempo juntas.


Ahora, ¿por qué comparto esta parte de mi jornada o esta parte de mi aprendizaje?... porque eso es lo que significa ser padre/madre de un(a) peludit@. Como cualquier otro padre, esta en nosotros el aprender a comprender esa pequeña vida que esta bajo nuestro cuidado. Es aprender que est@s pequeñ@s tienen deseos y necesidades básicas que están en nostros asistir en que se cumplan. Es aprender que, como cualquier otro bebé, estas criaturitas tienen personalidades que florecen a muy pequeña edad. Tengo que decir que, aun sabiendo todo esto, no he sido perfecta... ¡estoy muy lejos de serlo! Aun con los comportamientos que ya he aprendido de Athena, he cometido el error mas común de cualquier padre/madre de peludit@s y me he enojado con ella. Esto normalmente pasa cuando estoy teniendo uno de mis días o uno de mis momentos difíciles debido a, como les explique, que cuando estoy en ese estado mental, se me dificulta enfocarme en las personas o las cosas que hay en mi entorno. En esos momentos me he tenido que frenar cuando noto que me estoy ofuscando con ella o cuando empiezo a regañarla por morderme. Tengo que recordarme a mi misma que no lo esta haciendo por lastimarme ni mucho menos por irritarme, sino que lo esta haciendo para llamarme la atención. A su manera de cachorra, me esta dejando saber que me necesita.


Otros comportamientos básicos que he tenido que aprender han sido, por ejemplo, las señales que ella me da cuando me pide que la saque al baño. Para ella, esto normalmente significa sentarse en la parte arriba de las escaleras y mirar hacia el cuarto hasta que alguien la note o parar lo que esta haciendo y hacerse cerca de la puerta de la casa. uno de los comportamientos mas tierno que tiene y que en realidad ha sido un placer aprender, son cuando esta pidiendo cariño o cuando tiene frio. En esos momentos, se hace al lado de la cama, brinca encima de ella y se enrolla como una donut al lado mío o al lado de mi esposo. Si el aire acondicionado esta prendido o es un día frio, significa que esta buscando calor y necesita o nuestro calor corporal o que le tiremos una cobija encima. Si el aire esta apagado o es un día caluroso, esta pidiendo mismos y cariñitos y solo se quiere sentir cómoda mientras toma una siesta. Si no la he sacado o jugado con ella, el echarse a nuestro lado es señal de que se siente aburrida. Sí , todo esto lo he aprendido en seis meses, ¡Ja! Imagínense lo mucho que me falta por aprender!


Esto solo son unos cuantos ejemplos de los muchos comportamientos que nosotros los padres de peludit@s tenemos que aprender a interpretar. Es un proceso de aprendizaje natural que es único para cada bebe peludit@ dependiendo de su raza y su personalidad. Aun estoy en esa jornada y aun aprendo cosas nuevas de Athena cada día. Es un proceso que he disfrutado y del cual estoy orgullosa. Me siento muy contenta al ver como ha crecido nuestro vínculo y como ya puedo interpretar tantas de las cosas que ella hace.


Para todos mis padres de peludit@s primeriz@s, puede que al principio no entendamos todas la señales que nuestr@s amiguit@s peludit@s nos están dando, pero, se los aseguro que rápido aprenderán su lenguaje único. Es un lenguaje especial que brota del corazón y del vinculo que formamos con ellos y no viene de las palabras. Veran que, al aprenderlo, sentirán mucha alegría y un gran orgullo como padres de peludit@s. Hasta ese momento que aprendan ese lenguaje, sean buenos con Ustedes mismos. Estan aprendiendo de sus peludit@s igual que ellos están aprendiendo de nosotros. Una cosa que ha aprendido de esta jornada es que de los errores también se aprende. Un error te enseña lo que no debes de hacer la próxima vez que ves ese comportamiento en particular y te da la oportunidad de mejorar. El proceso de aprender el lenguaje de nuestr@s bebe peludit@s no es fácil, pero vale la pena! Elloo valen la pena! Recuerda, lo que importa es que los amamos y que queremos lo mejor para ellos. Ellos no esperan perfección de nosotros, esperan ser cuidados y amados... ¡y eso sí es algo natural! Puede que su lenguaje no se nos de naturalmente pero lo bello es que estas criaturitas nos aman tan incondicionalmente que nos tienen paciencia mientras aprendemos.



 
 
 

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